Permacultura, ecoloxía, movimientos sociales, contrainformación, dreitos del home, cultura y muito más visto desde un pequeiñu güertu de Senabria sobre os llizaces del mundu rural, indixenista, llibertariu y ancestral
Permacultura, ecologìa, movimientos sociales, contrainformaciòn, derechos humanos, cultura y mucho màs visto desde un pequeño huerto de Sanabria sobre las bases del mundo rural, indigenista, libertario y ancestral

Las venas abiertas de Sanabria. Capitulo I: caída en el olvido de los pueblos originarios celtas pre-romanos en Sanabria


Daniel Boyano Sotillo. El Huerto del Pozo

Usemos nuestro pasado como trampolín no como sofá.  Alejandro Jodorowsky



Al igual que en el continente americano, y seguramente en buena parte del planeta, Sanabria nunca ha dejado de ser saqueada por terceros a lo largo de su historia. En principio fueron nuestros pueblos originarios, los celtas, los que sufrieron el saqueo de los romanos, centràndose en la obtención de minerales,  el oro y el hierro principalmente. Cabe resaltar que en nuestros pueblos originarios celtas predominaba la moralidad por encima de la ganancia, y esto se sabe porque no existían elementos de prestigio, es decir, eran sociedades igualitarias donde apenas aparecían diferencias de estatus social, eran solo diferencias vinculadas a jerarquías religiosas. A esto hay que añadirle que no tenemos indicios de comercio exterior, lo que nos hace pensar que eran comunidades autosuficientes que realizaban sus propias viviendas, sus cerámicas… incluso conseguían sus propios alimentos del campo, donde la mujer jugaba un papel fundamental en la recolección de frutos silvestres que supondrían más de la mitad de la alimentación de sus hogares, asimismo el trabajo de la mujer dentro del núcleo familiar era reconocido socialmente, al contrario de lo que ocurre en nuestra sociedad capitalista, industrial y patriarcal. Otro elemento definitorio era su manera de manifestar su espiritualidad, muy conectados con la naturaleza, usando bosques como templos, pero también santuarios rupestres como los encontrados en Tras Os Montes.
En definitiva, existía una ausencia de asimilación de elementos culturales externos, o dicho de otra manera, una resistencia al cambio que provocó que apenas hubiera diferencias entre los pueblos que habitaban la comarca durante los 700 años que transcurrieron entre los Siglos VIII a.C. y Siglo I a.C.
Todo este modo de vida, como ya he indicado, desapareció con la llegada de los romanos, aunque es importante destacar que les costo mucho derrotar a los pueblos celtas, ya que su filosofía se basaba en que si luchaban podían perder, pero si no estaban perdidos. Y como la historia la escriben los vencedores todas las cualidades explicadas anteriormente cayeron en el olvido y los celtas fueron recordados por siempre como bárbaros. Tras intensas luchas y diferentes estrategias de conquista, los romanos se instalaron en la comarca de Sanabria para explotar los recursos naturales con las explotaciones auríferas como los Corralones en el municipio de Espadañedo o el Castro de Ferreros, especializado en el hierro, cuando menos, contemporáneos de las primeras menciones a Urs Senabrie, actual Sanabria. El rápido crecimiento del expolio del patrimonio natural sanabrès trajo consigo importantes problemas ambientales ya que se tuvieron que hacer obras de gran embergadura que destruyeron una superficie de masa forestal muy amplia, unida a la madera necesaria para fundir los metales y poder trabajarlos a gran escala. Y no es que antes no sucediera esto, pero a menor escala, ya que se estaba en equilibrio con la naturaleza al explotarse solo los recursos necesarios para la población local. Con la romanización esto cambió y el sistema comenzó a funcionar con vistas a la exportación. Asimismo, con la especialización del trabajo crecieron las desigualdades y comenzaron las exportaciones, pudièndose considerar este hecho como un embrión de la economìa de mercado en Sanabria. Por otra parte, y aunque màs tardía  pero no menos importante, fue la conquista espiritual, es decir, la cristianización con todo lo que ello implica de aculturación. De este modo se consumaron atropellos, errores, ante una civilización no débil sino debilitada por los malos tratos de los cristianizadores europeos al querer imponer su “santa voluntad”. Al principio los romanos eran permisivos, en cuanto a religión se refería, con los pueblos que conquistaban, pero los druidas celtas representaban un peligro para sus conquistas en territorios célticos justamente porque eran la columna vertebral política, ideológica y religiosa de las tribus; razón por la que prohibieron sus enseñanzas y sustituyeron sus escuelas druídicas por escuelas romanas.

En este primer capítulo queda claro que para conocer nuestro pasado necesitamos tener un mínimo interés por el mismo, ya que las versiones oficiales de la historia, son las versiones de los ganadores y un pueblo que no conoce su pasado no tiene futuro.


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