Permacultura, ecoloxía, movimientos sociales, contrainformación, dreitos del home, cultura y muito más visto desde un pequeiñu güertu de Senabria sobre os llizaces del mundu rural, indixenista, llibertariu y ancestral
Permacultura, ecologìa, movimientos sociales, contrainformaciòn, derechos humanos, cultura y mucho màs visto desde un pequeño huerto de Sanabria sobre las bases del mundo rural, indigenista, libertario y ancestral

Masa Crítica y Funadación Utopía por el consumo responsable (No a los transgénicos)

Vivimos en una sociedad que favorece el consumismo, nos hemos convertido en la generación de usar y tirar. La publicidad nos bombardea con anuncios cuyo objetivo no es nuestro bienestar, sino hacernos engranajes de un sistema que reduce a las personas al papel de meros consumidores sumisos. Este modelo económico de producción y consumo tiende cada vez más a su agotamiento. Es impensable hacer frente a los problemas ecológicos y sociales que nos afectan sin detener la complicada maquinaria y estructuras que los producen: el neoliberalismo.
Como consumidores, último eslabón del sistema económico, tenemos una responsabilidad, pero también tenemos un poder, aunque si bien es cierto que mucho menor en relación a la primera. Con nuestra forma de consumir podemos influir en la marcha de la economía y del mundo de una forma directa. Un consumo consciente y responsable, orientado al fomento de actividades satisfactorias para la naturaleza y las personas es una gran contribución y un decisivo instrumento de presión frente al mercado.
El concepto de Consumo Responsable es muy amplio, como lo es la propia actividad de consumir. Podemos, sin embargo, sintetizarlo en tres bloques:
1.-Un Consumo Ético, en el que se introduzcan valores como una variante importante a la hora de consumir o de optar por un producto. Hacemos especial énfasis en la austeridad como un valor en relación con la reducción para un consumo ecológico, pero también frente al crecimiento económico desenfrenado y al consumismo como forma de alcanzar el bienestar y la felicidad.
2.-Un Consumo Ecológico, que incluye, por este orden, las famosas "erres" del movimiento ecologista: Reducir, Reutilizar y Reciclar, pero en el que también se incluyen elementos tan imprescindibles como la agricultura y ganadería ecológicas, la opción por la producción artesana, etc.
3.-Un Consumo Social o Solidario, en el que entraría también el Comercio Justo, es decir, el consumo en lo que se refiere a las relaciones sociales y condiciones laborales en las que se ha elaborado un producto o producido un servicio. Se trata de pagar lo justo por el trabajo realizado, tanto a gentes de otros países como a las más cercanas, en nuestro ámbito local; se trata de eliminar la discriminación, ya sea a causa del color de la piel o por diferente origen, o por razón de género o religión; se trata de potenciar alternativas sociales y de integración y de procurar un nuevo orden económico internacional. 

Por todo ello Masa Crítica Riobamba, Fundación Utopía y El Huerto del Pozo promueven un consumo responsable y ético día tras día. Del mismo modo ambos colectivos mostraron su rechazo a los transgénicos pedaleando junto a un centenar de personas durante más de dos horas donde se intentó sensibilizar a la población con lemas y mensajes.

17 de abril: Día Internacional de las Luchas Campesinas



 Campesinas y campesinos y sus aliados celebrarán, mañana 17 de abril, el Día Internacional de las Luchas Campesinas con la organización de más de 250 acciones y manifestaciones en todo el planeta.
Este evento conmemora la masacre de 19 campesinos sin tierra que reclamaban el acceso a tierras y justicia en 1996 en Brasil. Una completa lista de las acciones, desde lecturas universitarias hastaocupaciones de tierras, está disponible en la web www.viacampesina.org.

El movimiento campesino internacional La Vía Campesina se moviliza este año para oponerse a la actual ofensiva de algunos estados y grandes empresas multinacionales para acaparar tierras que las campesinas y los campesinos han estado cultivando durante cientos de años. La demanda de las campesinas y los campesinos es simple: necesitan acceder a la tierra para producir el alimento de sus comunidades. Cuando la tierra es usurpada por las multinacionales, se desarrollan inmensos monocultivos para la exportación. Esto solo lleva a incrementar el hambre, el malestar social y la devastación medioambiental, incluido el actual caos climático.

El Huerto del Pozo se manifiesta contra el cierre del servicio regional de tren convencional en Sanabria

  
El AVE aleja lo cercano y acerca lo lejano

La decisión de cerrar servicios ferroviarios de media distancia, respaldada por el Consejo de ministros en 2012, es un paso más en el desmantelamiento del transporte público en el Estado español. La rentabilidad se emplea como argumento para suprimir líneas accesibles a la mayoría de la población. Pero, paradójicamente, no se alude al coste de de los miles de millones de euros invertidos en líneas de alta velocidad, que no son rentables en la mayor parte de los casos.El Huerto del Pozo lamenta que continúe el despilfarro y la ineficiencia, con una política de tren elitista que es social y ambientalmente perjudicial.
 Esta situación está afectando de forma dramática a la comarca de Sanabria, primero con el cierre de la línea de tren que unía Puebla de Sanabria con Galicia, y ahora con la más que posible clausura de las conexiones ferroviarias con Zamora y Valladolid. Asimismo es importante resaltar el incalculable daño ambiental que esta provocando la construcción del Tren de Alta Velocidad (TAV) a su paso por la comarca, fragmentando sus ecosistemas y rompiendo los corredores ecológicos que conectan el Parque Natural do Montesinhos y la Reserva de la Sierra de la Culebra , con el Parque Natural del Lago de Sanabria y alrededores.

A pesar de ello, se extiende el panorama de trenes ultrarrápidos y ultracaros vacíos, de estaciones fantasma en ciudades y de pueblos incomunicados sin estación. La decisión adoptada por el Ministerio de Fomento mantiene una política de transporte iniciada hace dos décadas, que sentencia de muerte al ferrocarril convencional mientras aumentan de manera insostenible las líneas de alta velocidad. El muy cuestionable honor de ser el segundo país del mundo en kilómetros de vías ferroviarias de alta velocidad se ha logrado a golpe de deuda pública y despilfarro.

Las líneas ferroviarias de media distancia proporcionan un servicio básico para muchas poblaciones rurales que quedarán aún más aisladas con los cierres anunciados hoy. La única forma de desplazamiento será por carretera, lo que dificultará la vida de aquellas personas residentes en el medio rural que no dispongan de automóvil o no puedan conducirlo, por edad o cuestión física. La sustitución de los trenes por autobuses supondrá un deterioro del servicio de transporte para los sectores más vulnerables, y en ningún modo sustituirá de igual manera el servicio ferroviario convencional.

Se emplea el argumento de cerrar los servicios de tren convencional que no son eficientes desde el punto de vista medioambiental, económico y social, cuando es la política de transporte la que ha provocado esa ineficiencia. En las últimas décadas se han invertido cantidades multimillonarias en construcción y mejoras de nuevas infraestructuras de alta velocidad, mientras el ferrocarril convencional ha quedado, por el contrario, desatendido. Por ello, las líneas de tren de media distancia están cada vez más obsoletas y funcionan peor.

Una política de transporte que no solo es injusta en términos sociales (priorizando la vertebración entre grandes ciudades y marginando las pequeñas poblaciones rurales) y económicos (el AVE o TAV es inaccesible económicamente para una gran parte de la sociedad), sino que también ha incidido en los problemas ambientales que causa el transporte: construcción de infraestructuras, consumo energético y emisiones de CO2.Si la apuesta hubiera sido por el tren convencional, la deuda pública sería hoy varias veces inferior, la factura en consumo energético sería mucho más pequeña (el transporte es el mayor consumidor de energía primaria en España), las emisiones de gases de efecto invernadero serían menores, nuestro territorio estaría menos fragmentado y nuestros hábitats naturales menos deteriorados.
Resulta alarmante que los numerosos ejemplos de ineficiencia y despilfarro no lleven a rectificar y apostar por una nueva política de infraestructuras que abandone la construcción de nuevas líneas de AVE, obligue a que el transporte por carretera asuma los costes reales por el uso y mantenimiento de la carretera y apueste por el tren convencional como el modo de canalizar los desplazamientos interurbanos.






El Huerto del Pozo y Ecologistas en Acción

Casa abierta de agroecología y permacultura Nuestro Mundo

El Huerto del Pozo participa como uno de los tres miembros del jurado en la Casa Abierta 2013 celebrada en el Centro Educativo Nuestro Mundo. Esta actividad forma parte de las Fiestas de Abril de Riobamba y pretende concienciar a las personas más jóvenes ( y a sus madres y padres) para desarrollar en los mismos habilidades  y destrezas, proporcionando estrategias necesarias para enfrentar con éxito el reto de una educación para la vida, integrando a la agroecología y permacultura dentro del proceso educativo. Es importante resaltar que además de estas actividades puntuales, Nuestro Mundo tiene un huerto ecológico permanente gestionado por padres, madres y personal educativo, junto a los niños y niñas. Este huerto a demás de proporcionar alimentos para el Centro Educativo sirve de ejemplo diario para todas las personas que forman parte de Nuestro Mundo. 
Por todo ello, además de participar en en el evento de la Casa Abierta, El Huerto del Pozo, colabora activamente en este proyecto impartiendo talleres de permacultura a profesoras y profesoras para que sean multiplicadores de sabes y puedan transmitir estos conocimientos a sus alumnas y alumnos.

Gordalización



Al revisar los datos sobre prevalencia de obesidad a nivel global, desafortunadamente, no sorprende en exceso observar que ésta aumente exponencialmente a lo largo de que el proceso de globalización se hace más palpable a nivel global[i].  De las más de 36 millones de personas que mueren anualmente por enfermedades no transmisibles (diabetes, obesidad, etc), el 80%[ii] de ellas se encuentran en países mal llamados en vías de “desarrollo”. Cabría preguntarse hacía que tipo de “desarrollo” es al que se pretende llegar y, por contra, aprender de filosofías de vida ancestrales e indígenas como el Buen vivir, mucho más saludables con el medio ambiente y con nuestra propia salud.

-        Transición nutricional, ¿hacia dónde vamos?

En Latinoamerica[iii], al igual que en países de Asia o África, se observa desde hace ya varios años lo que se denomina “Transición nutricional”. La transición nutricional consiste en un aumento de las calorías ingeridas por día[iv] junto con una reducción sustancial de la actividad física (esta última está relacionado con el aumento de proteínas lipídicas entre las que se encuentra el, a veces  demasiado famoso, “colesterol  malo”[v]).  Los cambios demográficos y el crecimiento económico suponen los principales factores que repercuten en esta transición modificando hábitos alimenticios más saludables y locales por una alta ingesta de grasas de origen animal y azúcares[vi]  (por no entrar en el debate de los alimentos transgénicos que, no obstante, cabe recordar aquí..). Por supuesto, el daño a la cultura tradicional que conlleva la pérdida de la gastronomía tradicional, aunado al coste energético de los productos importados produce desequilibrios socioambientales a escala local. La publicidad engañosa, los medios de transporte que fomentan una vida cada vez más sedentaria, la urbanización, el aumento de tecnología, los cambios culturales[vii] o, lo que ya se denomina, un “ambiente obesogénico” [viii], forman parte directa o indirectamente de la producción de sobrepeso y obesidad, sobre todo entre los más jóvenes[ix] que son los que, a largo plazo, más sufrirán las consecuencias por la alta presencia de comorbilidad (enfermedades cardiovasculares entre otras[x]).  Existen por ejemplo, estudios que demuestran una relación directa entre el número de McDonals que posee una ciudad y la prevalencia de obesidad, con el consiguiente riesgo para la salud de sus individuos, así como del número medio de horas que se pasa en frente de la (desinformativa)  televisión[xi].

 Sin embargo, los mercados internacionales se jactan de promover una globalización basada en la libre circulación de transnacionales dañinas para la salud de la población y destructoras del medioambiente[xii]. ¿Hasta cuándo vamos a permitir que sigan envenenando nuestros ríos y a nuestros jóvenes? Opciones como la permacultura, la soberanía alimentaria o una vida activa y saludable, luchan directamente contra estos patrones alimenticios y de consumo capitalistas.

-        Obesidad: causa de muerte para muchas personas (pobres), un gran negocio para unas pocas

Al analizar las enfermedades no transmisibles (diabetes, hipertensión, obesidad..), que se estima que para 2020 supongan ya las tres cuartas partes de las muertes producidas en los países, insisto, mal llamados en vías de “desarrollo” [xiii], resulta imprescindible tener en cuenta, no solo el componente biológico de las mismas, sino el socioeconómico, ya que éste último supone el determinante fundamental.

Teniendo esto en cuenta, resulta evidente que dónde cabría focalizar las fuerzas para impedir ese aumento de la prevalencia de ciertas enfermedades es, como casi siempre, en los determinantes sociales de la salud (vivienda, equidad de acceso a alimentación sana, condiciones laborales dignas, y un largo y desigual etc).[xiv]

Por el contrario, la mayoría de empresas farmacéuticas transnacionales y clínicas de cirugía estética, ven en la obesidad una gran fuente de ingresos y beneficios. No es casualidad que actualmente se invierta mucho más en medicalización y tecnología para obesidad que en la prevención y promoción de salud[xv].  La obesidad, como ya se ha comentado, no supone simplemente un problema de físico y de movilidad con sus consecuente repercusión psicológica y social, sino que se relaciona directamente con otros muchos factores de riesgo cardiovasculares que finalmente llevan a la muerte, unas muertes prevenibles y evitables  que, cada vez con más frecuencia, afecta a los sectores más desfavorecidos de la población[xvi].

Por todo ello, la lucha contra la obesidad no debe, o no debería, separarse del debate político y social sobre el sistema capitalista y la producción de desigualdad social. Las políticas aplicadas para frenarlas deben tener un enfoque no solo individual basado en estilos de vida ya que sería reduccionista (y es por desgracia lo que más se observa en la actualidad), sino ser radical, es decir, ir a la raíz del problema, aplicando un enfoque poblacional de salud pública, ecológico y social basado en la equidad y la justicia social (productiva y distributiva). 

 M.J.C.  2 de abril de 2013