El Chimborazo contiene la energía que se dejan todas las personas que lo ascienden. Si a esto le añadimos que viene siendo un lugar de culto para las culturas originarias andinas, y que es el punto más elevado de la Tierra desde el centro de la misma, hacen de este lugar un centro sagrado y energético.
Al ascender una montaña, pero en especial esta, un espacio desconocido y negativo se convierte en positivo, olvidándose los miedos que son sustituidos por la emoción, la soledad, la belleza pura... Esto genera una necesidad romántica, espiritual y vivencial para regresar a la cima, es decir a lo más alto justo antes del cielo. Al mismo tiempo se crea una necesidad de conocimiento, o lo que es lo mismo, se potencian las ganas de vivir la montaña y comprenderla. Las montañas conforman el límite exterior de la Tierra, un mundo dentro de nuestro mundo, además representan un límite personal, ya que siempre buscamos nuestra montaña interior y nuestra montaña exterior. Por todo ello las montañas forman parte de nuestro patrimonio, tenemos que recuperar el contacto con la naturaleza y reconocer a la montaña, ya que es el último reducto donde los seres humanos pueden encontrar con gran intensidad esa conexión moral, equilibrada y placentera, con la Tierra. Y como nos recuerdan las personas que hicieron montaña antes que nosotros y nosotras "Montañista es aquel que lleva su cuerpo a donde sus ojos lo soñaron".
Daniel Boyano Sotillo
La montaña es como tu pareja. Cuándo no estas con ella la quieres pero cuando llevas mucho tiempo con ella necesitas descansar para volver con fuerza
ResponderEliminarhttp://elhuertodelpozo.blogspot.com/2013/05/ascenso-y-cumbre-del-chimborazo-mi.html
ResponderEliminarhttp://www.publico.es/deportes/456233/everest-60-anos-coronando-la-cima-del-mundo
ResponderEliminarLas montañas son ese reto que los humanos intentan conquistar,no se si es por estar mas cerca del cielo o por poder decir"Yo puedo,yo estuve allí".
ResponderEliminarLas montañas son un gran reto permanente, pues ellas quedaran ahí despues de que nos hayamos ido. ¿Tendrán memoria? Yo espero que si.
ResponderEliminarUn abrazo Dani.