Daniel Boyano Sotillo
"El mundo urbano industrial primero vació los pueblos y ahora lo está llenando con sus males"
La llegada de las grandes obras de infraestructura al mundo rural, supuso al igual que supone hoy en día, una pérdida de costumbres y forma de organización tradicional e igualitaria, a cambio de un salario. Las y los paisanos dejaron de cultivar para incorporarse a empresas, de pastorear para arrancar los árboles y construir una gran vía de comunicación que acercaba lo lo lejano y alejaba lo cercano; dejaron de pescar para construir grandes embalses que inundaban sus tierras, viviendas e incluso recuerdos; dejaron de organizarse en Concejo Abierto porque cada persona ya tenía su salario y se creaban desigualdades insalvables… Esta otra forma de emigración, no física, pero si en espíritu y hábitos, complementó al gran éxodo rural a las ciudades fomentado por las medidas capitalistas del Estado. A pesar de ello, existían un tercer grupo de personas, los que se quedaron y lucharon por mantener sus costumbres, tradiciones y valores ambientales; ejemplos a seguir para las nuevas generaciones.
Por último no hay que olvidar que a día de hoy todavía continuamos, sin darnos cuentas, en esa dinámica, por ejemplo con la construcción del Tren de Alta Velocidad. A pesar de ello estamos a tiempo de recuperar nuestra idenatidad.
"El mundo urbano industrial primero vació los pueblos y ahora lo está llenando con sus males"
La llegada de las grandes obras de infraestructura al mundo rural, supuso al igual que supone hoy en día, una pérdida de costumbres y forma de organización tradicional e igualitaria, a cambio de un salario. Las y los paisanos dejaron de cultivar para incorporarse a empresas, de pastorear para arrancar los árboles y construir una gran vía de comunicación que acercaba lo lo lejano y alejaba lo cercano; dejaron de pescar para construir grandes embalses que inundaban sus tierras, viviendas e incluso recuerdos; dejaron de organizarse en Concejo Abierto porque cada persona ya tenía su salario y se creaban desigualdades insalvables… Esta otra forma de emigración, no física, pero si en espíritu y hábitos, complementó al gran éxodo rural a las ciudades fomentado por las medidas capitalistas del Estado. A pesar de ello, existían un tercer grupo de personas, los que se quedaron y lucharon por mantener sus costumbres, tradiciones y valores ambientales; ejemplos a seguir para las nuevas generaciones.
Por último no hay que olvidar que a día de hoy todavía continuamos, sin darnos cuentas, en esa dinámica, por ejemplo con la construcción del Tren de Alta Velocidad. A pesar de ello estamos a tiempo de recuperar nuestra idenatidad.
No es momento ya de culpar a nadie por el pasado. Sencillamente llegaron las máquinas, las máquinas hacían todo más rápido. De majar a manal se pasó a que lo hiciera una máquina y lo que llevaba una semana de esfuerzo, ella lo hacía en hora y media. También los coches se convirtieron en un medio rápido para viajar junto con el tren. En las ciudades necesitaban mano de obra en muchas ramas, construcción,hostelería etc. y un sueldo fijo era mas seguro que esperar buena cosecha que dependía de los efectos meteorológicos.La gente se sumergió de cabeza en largas jornadas de trabajo y en salir adelante: vivienda, crear una familia y alguna vez se acordaba del pueblo. Pero no quería para los suyos esa vida insegura que dependiera de la meteorología.Durante todo ese tiempo se empezó a hablar como se hablaba en la ciudad(lo nuestro era paleto) decían...No se inculcaron a los hijos costumbres ni tradiciones ancestrales de nuestros orígenes.Tampoco se adquirieron las del lugar de acogida con lo importante que es tener una identidad.No cuidar de lo que dejaron atrás significó con el tiempo, no tener donde volver...Hoy que no hay trabajo para todos, pudo ser momento de recuperar gente para los pueblos, pero como se puede pensar en ello tal como está todo, claro que no está peor que cuando llegaron los pioneros que crearon los pueblos y organizaron la sociedad con sus concejos que eran la forma mas social de supervivencia. Sus cultos, sus fiestas, todas sus celebraciones eran alegres y participativas; hasta los trabajos como la siega se hacían con canciones.Eso demuestra que no eran tan desgraciados como quieren que parezca. Algunas personas no soportaron la vida de la ciudad y regresaron enseguida. Alguna decía: tanto Madrid Madrid, para comer un huevo de pié y corriendo. Ellos siguieron haciendo pueblo hasta su muerte.
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