Permacultura, ecoloxía, movimientos sociales, contrainformación, dreitos del home, cultura y muito más visto desde un pequeiñu güertu de Senabria sobre os llizaces del mundu rural, indixenista, llibertariu y ancestral
Permacultura, ecologìa, movimientos sociales, contrainformaciòn, derechos humanos, cultura y mucho màs visto desde un pequeño huerto de Sanabria sobre las bases del mundo rural, indigenista, libertario y ancestral

Elaboración tradicional de carbón vegetal en Sanabria

La preparación dependía del tipo de leña y del lugar dónde ésta se encontrara.
Lo más sencillos era usar los torgos o cepas (raíces de las urces), pero si se trataba de leña de árboles trasmochos (roble, castaño, encina, fresno) se cortaba el árbol por el tronco (matarrasa) y una vez en el suelo se podaban las ramas y se partía el tronco con "tronzador" aunque también se hacía con las cepas de las urces, como en este caso.
En el caso de que la leña a utilizar fuera leña de borta o leña de rama, se procedía a su corte y posterior vareo (eliminación de las puntas y ramas delgadas inservibles para la obtención del carbón).

La leña de borta también podía ser preparada de otro modo. Este método era el más utilizado por dos razones fundamentales: la primera, porque reducía considerablemente la mano de obra y; la segunda, porque permitía que el monte se mantuviera limpio. Consistía en cortar la leña, abandonarla hasta que se secara aquello no aprovechable para carbón y por último, quemarla. De este modo, el fuego sustituía al vareo. Esta forma de preparar la leña exigía unos cuidados especiales: primero, limpieza total de las orillas de la leña a quemar para evitar la propagación del fuego; segundo, evitar el viento fuerte que podría desplazar alguna rama encendida y provocar un incendio en terrenos colindantes y; tercero, conseguir que aquello no utilizable para carbón se secara, ya que si no lo hiciera, ardería mal, y por tanto, habría que varearlo ahora con más dificultad y esfuerzo, y conseguir que aquello utilizable para carbón no se secara ya que podría quemarse en exceso con la consiguiente pérdida económica. Este método se ponía en práctica por la mañana temprano, cuando el rocío aún estaba presente para evitar que el fuego tomara demasiada fuerza al quemar las zonas próximas de la leña a preparar. Esta labor aparentemente sencilla era, por el contrario, muy complicada y necesitaba de toda la experiencia y pericia del carbonero.




- Preparación del suelo de hoya
Antes de recoger la leña había que elegir y preparar el suelo destinado a la elaboración del carbón.
El suelo de elección sería aquel sobre el que ya se hubiera producido carbón, previa limpieza y reparación si fuera necesario.
En el caso de que el suelo se preparara por primera vez y se tratara de una ladera, había que retirar la tierra de la parte alta y colocarla en la zona baja hasta conseguir una superficie plana. Para sujetar esta tierra se construía una pared o seto (trenzado de varas y estacas).
Posteriormente había que compactar el suelo mediante el apisonado de la tierra para imposibilitar la entrada de aire a través del suelo, ya que si existieran corrientes sería muy difícil controlar el fuego durante la carbonización.
La forma del suelo preparado era circular.







-Tapado o cubierta
La cubierta es la barrera física que aisla la madera del exterior para que el oxígeno del aire no la incendie. Esto es básico para la correcta carbonización, que no es más que la combustión lenta e incompleta de la madera.

Sobre la hoya se colocaba una capa de helecho generalmente, aunque también se utilizaba hierba, musgo, hojarasca, cesped, etc... En este momento se procedía a la extracción del palo que se había colocado en el centro y se taponaba el agujero (futura chimenea) con helecho para impedir la entrada de tierra de la última capa. Esta tierra debía ser muy fina por lo que en ocasiones había que cribarla. La mejor tierra era el "cisco" (tierra quemada con la que ya se había hecho carbón). Jamás se utilizaba tierra arcillosa.

Mientras la hoya estuviera ardiendo era fundamental contar en sus cercanías con cisco, helecho, tierra, hierba y leña en pequeños trozos para subsanar las "enchiduras" que pudieran ir apareciendo.




-Transporte hasta las ferrerias
El transporte más utilizado era el carro guíado por bueyes, aunque excepcionalmente podía hacerse a lomos de un burro o de un mulo.
Los sacos se colocaban transversalmente en el carro, formando dos filas completas y una tercera incompleta. En el espacio que aquí se producía se instalaba un aparato llamado "torno" que se empleaba para tensar las cuerdas que sujetaban los sacos.











Fuente: http://www.euskonews.com/0067zbk/gaia6703es.html

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