2 de enero de 2016, Puebla de Sanabria
Colectivo El Huerto del Pozo
Daniel Boyano Sotillo
El lobo se considera injustamente un enemigo del ganado hacia el que se ha dirigido una intensa persecución, manifestada con el uso de fosos simples (utilizados hasta los años 50’ del S. XX), con la construcción puntual de modernas trampas de cabrita, con el desarrollo de ojeos (donde participaban numerosas localidades y vecinos de forma comunal), con la búsqueda de camadas y también con el uso del cepo metálico y de venenos como la estricnina.
No hay que olvidar que igual que para cualquier conquista de la visión occidental capitalista, como realizó con otras culturas, etnias, mujeres..., la conquista de la naturaleza, y el lobo no es excepción, se hizo siguiendo estos pasos secuenciales:
1º Separación: hacernos creer que no somos animales y que no pertenecemos al ciclo de la vida natural.
2º Jerarquización: hacernos creer desde una visión antropocéntrica que somos más importantes que cualquier otro ser vivo, y que el lobo en este caso.
3º Dominación: una vez que el primer y segundo paso ya están asentados sólo queda el sometimiento y explotación ya que nadie siente angustia por el daño que se le hace a la naturaleza, y al lobo en particular.
Estos tres pasos, como ya expliqué, se pueden aplicar al sometimiento del hombre sobre la mujer, del mundo occidental sobre otras culturas, de las ciudades sobre el medio rural,…... y cómo no, de las personas sobre los lobos.
Por este miedo, como sistemas de prevención se han levantado construcciones pastoriles, se han utilizado estructuras muebles para resguardar al pastor durante la noche y se han seleccionado perros mastines a lo largo y ancho de Sanabria. Para curar el ganado herido por el lobo se han utilizado también numerosas prácticas etno-veterinarias (Talegón, J. 2014).
Sanabria es una tierra de larga costumbre ganadera y desde su inicio ha simbolizado, con su diversidad de ambientes, un hábitat ideal para el lobo ibérico, que aquí conserva una de las poblaciones más numerosas de la Península Ibérica. Con estos antecedentes, no es de extrañar que las trampas que se construyeron para cazar al lobo siguen estando en excelente estado de conservación.
Entre las trampas de lobos más destacas en la comarca de estudio aparecen las siguientes:
1- Cortello dos lobos. Concello de Lubián.
El cortello dos lobos de Lubián es probablemente la trampa más representativa y famosa de Sanabria. Se encuentra en una pequeña ladera que domina el pueblo de Lubián, a poca distancia del mismo, en una zona de paso del lobo entre Portugal y Sanabria. Según la documentación bibliográfica consultada y entrevistas realizadas, la construcción del cortello se remonta al período de repoblación del pueblo tras la expulsión de los musulmanes del valle de Duero. Se trata de una trampa de cabrita, realizada levantando las paredes del pozo en piedras secas; durante el verano los vecinos de Lubián tenían que arreglar las paredes ya que se iban cayendo, para poder usarla durante el invierno. El cortello se usó hasta los años sesenta; en el año 1992 se decidió restaurarlo, ya que las paredes iban derrumbándose en más puntos y gracias a una subvención de la Unión Europea se realizó la estructura tal como se puede observar hoy (Salvador Fernánde E., Porcu Ch., 2010).
El cortello presenta actualmente una planta ligeramente ovalada, con un diámetro de 33 m y 30 m en su eje menor, la altura de las paredes rebasa los 3 m por la parte superior, y el 1,50 m por la parte inferior; el ancho de la pared es alrededor de 1 m. La parte superior del muro está coronada por unas lastras que presentan inclinación hacia el interior, para facilitar la entrada del lobo pero al mismo tiempo evitar que pudiera saltar hacia el exterior. Esto confiere a las paredes una forma cóncava interiormente.
2- Corralón de Peña Surrapia. La Cuesta.
La trampa de La Cuesta, actualmente conocido como San Juan de la Cuesta, se encuentra en un muy mal estado de conservación. Así la mayor parte de las paredes están prácticamente derruidas y cubiertas por vegetación (urces y carqueixas). De todas formas desde la fotografía aérea es posible reconocer la planta circular de aproximadamente 23m de diámetro . Por lo tanto consideramos que esta infraestructura se pudiera recuperar sin una gran inversión económica ya que la mayor parte de la piedra que conformaba los muros se encuentra en su emplazamiento original. Asimismo es una zona con alto potencial ecoturístico al situarse próximo a los 1.400 m.s.n.m. convirtiéndose en un excelente mirador de la comarca de Sanabria. Está trampa estaba compuesta por un muro de planta ovalada que medía 30 metros por el eje mayor y 20 metros por el menor.
Colectivo El Huerto del Pozo
Daniel Boyano Sotillo
El lobo se considera injustamente un enemigo del ganado hacia el que se ha dirigido una intensa persecución, manifestada con el uso de fosos simples (utilizados hasta los años 50’ del S. XX), con la construcción puntual de modernas trampas de cabrita, con el desarrollo de ojeos (donde participaban numerosas localidades y vecinos de forma comunal), con la búsqueda de camadas y también con el uso del cepo metálico y de venenos como la estricnina.
No hay que olvidar que igual que para cualquier conquista de la visión occidental capitalista, como realizó con otras culturas, etnias, mujeres..., la conquista de la naturaleza, y el lobo no es excepción, se hizo siguiendo estos pasos secuenciales:
1º Separación: hacernos creer que no somos animales y que no pertenecemos al ciclo de la vida natural.
2º Jerarquización: hacernos creer desde una visión antropocéntrica que somos más importantes que cualquier otro ser vivo, y que el lobo en este caso.
3º Dominación: una vez que el primer y segundo paso ya están asentados sólo queda el sometimiento y explotación ya que nadie siente angustia por el daño que se le hace a la naturaleza, y al lobo en particular.
Estos tres pasos, como ya expliqué, se pueden aplicar al sometimiento del hombre sobre la mujer, del mundo occidental sobre otras culturas, de las ciudades sobre el medio rural,…... y cómo no, de las personas sobre los lobos.
Por este miedo, como sistemas de prevención se han levantado construcciones pastoriles, se han utilizado estructuras muebles para resguardar al pastor durante la noche y se han seleccionado perros mastines a lo largo y ancho de Sanabria. Para curar el ganado herido por el lobo se han utilizado también numerosas prácticas etno-veterinarias (Talegón, J. 2014).
Sanabria es una tierra de larga costumbre ganadera y desde su inicio ha simbolizado, con su diversidad de ambientes, un hábitat ideal para el lobo ibérico, que aquí conserva una de las poblaciones más numerosas de la Península Ibérica. Con estos antecedentes, no es de extrañar que las trampas que se construyeron para cazar al lobo siguen estando en excelente estado de conservación.
Entre las trampas de lobos más destacas en la comarca de estudio aparecen las siguientes:
1- Cortello dos lobos. Concello de Lubián.
El cortello dos lobos de Lubián es probablemente la trampa más representativa y famosa de Sanabria. Se encuentra en una pequeña ladera que domina el pueblo de Lubián, a poca distancia del mismo, en una zona de paso del lobo entre Portugal y Sanabria. Según la documentación bibliográfica consultada y entrevistas realizadas, la construcción del cortello se remonta al período de repoblación del pueblo tras la expulsión de los musulmanes del valle de Duero. Se trata de una trampa de cabrita, realizada levantando las paredes del pozo en piedras secas; durante el verano los vecinos de Lubián tenían que arreglar las paredes ya que se iban cayendo, para poder usarla durante el invierno. El cortello se usó hasta los años sesenta; en el año 1992 se decidió restaurarlo, ya que las paredes iban derrumbándose en más puntos y gracias a una subvención de la Unión Europea se realizó la estructura tal como se puede observar hoy (Salvador Fernánde E., Porcu Ch., 2010).
Cortello dos lobos en una noche primaveral.
El cortello presenta actualmente una planta ligeramente ovalada, con un diámetro de 33 m y 30 m en su eje menor, la altura de las paredes rebasa los 3 m por la parte superior, y el 1,50 m por la parte inferior; el ancho de la pared es alrededor de 1 m. La parte superior del muro está coronada por unas lastras que presentan inclinación hacia el interior, para facilitar la entrada del lobo pero al mismo tiempo evitar que pudiera saltar hacia el exterior. Esto confiere a las paredes una forma cóncava interiormente.
2- Corralón de Peña Surrapia. La Cuesta.
La trampa de La Cuesta, actualmente conocido como San Juan de la Cuesta, se encuentra en un muy mal estado de conservación. Así la mayor parte de las paredes están prácticamente derruidas y cubiertas por vegetación (urces y carqueixas). De todas formas desde la fotografía aérea es posible reconocer la planta circular de aproximadamente 23m de diámetro . Por lo tanto consideramos que esta infraestructura se pudiera recuperar sin una gran inversión económica ya que la mayor parte de la piedra que conformaba los muros se encuentra en su emplazamiento original. Asimismo es una zona con alto potencial ecoturístico al situarse próximo a los 1.400 m.s.n.m. convirtiéndose en un excelente mirador de la comarca de Sanabria. Está trampa estaba compuesta por un muro de planta ovalada que medía 30 metros por el eje mayor y 20 metros por el menor.
Actualmente, gracias al trabajo de la Asociación CRYOSANABRIA el Corralón está desbrozado a la espera de que podamos levantar los muros y señalizarlo con paneles informativos.
3- Curro os lobos. Barxacoba
El curro de Barxacoba es una trampa de cabrita hoy por hoy en perfecto estado de conservación. Está constituida por un muro de planta circular-ovalada que mide 24 m por el eje mayor y 16 m por el menor, las paredes miden entre 2,30 m y 3 m de alto por la parte interior y 2,50 por la parte exterior , esta de 1,10 m. La parte superior está coronada por unas lastras de piedras que sobresalen de 30 a 60 sobresaliendo 60 cm y que confieren a la estructura una concavidad hacia el interior, para dificultar la salida del lobo que había entrado.
En el muro, por la parte Oeste, hay una pequeña puerta de 1 m de alto y 40 cm de ancho, que se usaba para introducir el cebo y sacar el lobo capturado. El funcionamiento del curro era similar al de Lubián, organizando un sistema de turnos para llevar el cebo al mismo (Salvador Fernánde E., Porcu Ch., 2010).
En Barxacoba, al igual que en el resto de Sanabria, cada familia tenía su propio ganado que llevaba a pastar a la sierra, junto al ganado de las otras familias, por un sistema de turnos o vecería en el que participaban todas y todos los paisanos. Habitualmente en cada turno había dos pastores que acompañaban el ganado, uno a la cabeza y otro al final del grupo; también llevaban unos perros mastines que iban equipados con carrancas en el cuello para protegerlos y estaban particularmente adiestrados para cuidar el ganado y salvaguardarlo de los ataques del lobo.
4- Fosu de llobus de la Laguna de los Peces.
La trampa de la Laguna de los Peces, al igual que la de Peña Surrupia, se halla en un grave estado de conservación, cubierto prácticamente con urces y xestas. Con fotografía aérea se distingue la planta Como en la trampa de Peña Surrupia esta infraestructura se pude restaurar con bajo presupuesto. Asimismo es una zona con alto potencial ecoturístico al situarse próximo a los 1.600 m.s.n.m. cerca de un punto de visita por los turistas como es la Laguna de los Peces.
Esta trampa tiene la particularidad de que se ocupaban de su mantenimiento paisanas y paisanos de dos pueblos, San Martín de Castañeda y Vigo de Sanabria.
5- Foso de trampilla basculante de Dornillas.
Consta de un agujero cavado en el suelo, con la profundidad y angostura suficiente para que el lobo que se hundiese en el mismo y no pudiera escapar. Éste estaba cubierto con ramas y hojas para ocultar su existencia, a veces se cubría el borde de la pared del foso de mampostería irregular. Sobre este profundo pozo escavado sobre el que se coloca una pieza basculante de madera. Aquí, al contrario de las cuatro trampas de lobos analizadas anteriormente, no existía el muro de piedra que protegía a los animales que hacían de cebo, generalmente una oveja y su cría.
Actualmente se encuentra en un precario estado de conservación ya que el agujero donde caía el lobo ha sido rellenado de tierra y restos orgánicos con el paso del tiempo al dejarse de usar.
6- Llubeira del Monte Galende.
Vistas desde la parte superior del muro por donde entraría el lobo.
3- Curro os lobos. Barxacoba
El curro de Barxacoba es una trampa de cabrita hoy por hoy en perfecto estado de conservación. Está constituida por un muro de planta circular-ovalada que mide 24 m por el eje mayor y 16 m por el menor, las paredes miden entre 2,30 m y 3 m de alto por la parte interior y 2,50 por la parte exterior , esta de 1,10 m. La parte superior está coronada por unas lastras de piedras que sobresalen de 30 a 60 sobresaliendo 60 cm y que confieren a la estructura una concavidad hacia el interior, para dificultar la salida del lobo que había entrado.
Exterior del Curro os lobos.
En el muro, por la parte Oeste, hay una pequeña puerta de 1 m de alto y 40 cm de ancho, que se usaba para introducir el cebo y sacar el lobo capturado. El funcionamiento del curro era similar al de Lubián, organizando un sistema de turnos para llevar el cebo al mismo (Salvador Fernánde E., Porcu Ch., 2010).
En Barxacoba, al igual que en el resto de Sanabria, cada familia tenía su propio ganado que llevaba a pastar a la sierra, junto al ganado de las otras familias, por un sistema de turnos o vecería en el que participaban todas y todos los paisanos. Habitualmente en cada turno había dos pastores que acompañaban el ganado, uno a la cabeza y otro al final del grupo; también llevaban unos perros mastines que iban equipados con carrancas en el cuello para protegerlos y estaban particularmente adiestrados para cuidar el ganado y salvaguardarlo de los ataques del lobo.
4- Fosu de llobus de la Laguna de los Peces.
La trampa de la Laguna de los Peces, al igual que la de Peña Surrupia, se halla en un grave estado de conservación, cubierto prácticamente con urces y xestas. Con fotografía aérea se distingue la planta Como en la trampa de Peña Surrupia esta infraestructura se pude restaurar con bajo presupuesto. Asimismo es una zona con alto potencial ecoturístico al situarse próximo a los 1.600 m.s.n.m. cerca de un punto de visita por los turistas como es la Laguna de los Peces.
Esta trampa tiene la particularidad de que se ocupaban de su mantenimiento paisanas y paisanos de dos pueblos, San Martín de Castañeda y Vigo de Sanabria.
Localización foso de llobus de la Laguna de los Peces
5- Foso de trampilla basculante de Dornillas.
Consta de un agujero cavado en el suelo, con la profundidad y angostura suficiente para que el lobo que se hundiese en el mismo y no pudiera escapar. Éste estaba cubierto con ramas y hojas para ocultar su existencia, a veces se cubría el borde de la pared del foso de mampostería irregular. Sobre este profundo pozo escavado sobre el que se coloca una pieza basculante de madera. Aquí, al contrario de las cuatro trampas de lobos analizadas anteriormente, no existía el muro de piedra que protegía a los animales que hacían de cebo, generalmente una oveja y su cría.
Actualmente se encuentra en un precario estado de conservación ya que el agujero donde caía el lobo ha sido rellenado de tierra y restos orgánicos con el paso del tiempo al dejarse de usar.
Pozo- trampa colmatado por tierra y restos orgánicos en Dornilla.
6- Llubeira del Monte Galende.
Esta trampa de lobos, del mismo funcionamiento y similares dimensiones que la de Dornillas, está en muy mal estado de conservación y actualmente la Asociación CRYOSANABRIA está trabajando para recuperarla.
Consideró urgente restaurar las trampas para lobo de peñea surrapia en SAn Juan de la Cuesta como la laguna de los s peces debido al alto interés turístico y medioambiental para nuestra cima ca
ResponderEliminarno consigo saber la localización exacta del de peña surrapia.
ResponderEliminarme puedes ayudar
cuando queráis os llevo
ResponderEliminarPara poder comprender a nuestros antepasados y el modo cómo se defendía del lobo, hay que situarse en aquellos tiempos cuando no había armas, ni siquiera hierro para trampas. La supervivencia del humano dependía de sus alimentos: posiblemente sólo ganado y pesca,todavía no habría agricultura. En la cadena alimenticia, cada especie tiene su depredador, pero el lobo no lo tiene, de ahí su proliferación y masificación. El hombre hubo de defenderse por su supervivencia. De ahí esas construcciones que ahora queramos sacar beneficio como recurso turístico que no me parece mal siempre y cuando no se quiera que parezca que aquellos hombres no obraron bien en defenderse del lobo igualmente que se, que la mujer era respetada y muy valiosa para aquel modo de vida. Hombre y mujer se complementaban para sobrevivir a aquellos tiempos. Felicitaciones por esta entrada.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con el comentario de Inés.
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