Tengo las manos vacías de tanto dar sin
tener, pero las manos son mías
No existe todavía una historia propiamente dicha de la
geografía radical pues no es una escuela en sí, sino que se ha desarrollado a
partir de muy diversas fuentes y en distintas direcciones. Tampoco puede
decirse que la "radicalización" de la geografía sea un fenómeno
inherente a la disciplina, pero sí parte de una tendencia general dentro de las
ciencias sociales; no responde tampoco dicho fenómeno a una ideología política
determinada, pero sí a una problemática política concreta.
El largo dominio del paradigma determinista en Norteamérica
responde, en parte, a una actitud particularmente pragmática de una nación en
pleno desarrollo nacionalista. El determinismo ambiental sirvió, con sus
conceptos simplistas y a veces abiertamente racistas, como justificante a la
continua expansión territorial y dominación de las razas "inferiores"
tales como los indígenas, los negros, tos antiguos esclavos del sur y los
hispano-americanos (respecto a esto último, recuérdese la guerra
mejicana-estadounidense y la expropiación de extensos territorios de México así
como la "colonización" de Cuba y Puerto Rico después).
El gran desarrollo socio-político de los Estados Unidos de la
época, con su marcado nacionalismo, aislacionismo y expansionismo, explica la
utilidad política, militar y, por supuesto, ideológica de las ideas
deterministas en Norteamérica. El
impacto principal de esta creciente diversidad de intereses queda reflejado en
cada vez mayor especialización de la disciplina geográfica. A la vez el
geógrafo y geógrafa fueron aproximándose a otras disciplinas de la rama de las
ciencias sociales, principalmente la sociología y economía, pero también a la
antropología y arqueología e incluso a las ciencias físicas (biología,
ecología), salvando de este modo las distancias entre disciplinas, y acercando
así los geógrafos a otros científicos sociales, a otros campos de la
investigación, y a otros métodos e ideas. Todo ello contribuyó al desarrollo de
la disciplina, y desembocó en resultados concretos tales como la preocupación
por la aplicación de técnicas y métodos geográficos a problemas prácticos,
sobre todo en el área de planificación urbana y regional. Estos contactos
llevaron a una creciente cooperación interdisciplinaria, reflejados
posteriormente en cambios en las instituciones y en los planes de estudios.
Pero al mismo tiempo, la adopción indiscriminada de ciertas ideas, métodos y
teorías nuevas, dio lugar una especie de crisis de identidad dentro de la
geografía, que quedó sin coherencia interna, sin consistencia teórica
Hacia los años sesenta la geografía cuantitativa cesó de ser
un fenómeno circunscrito a Norteamérica, y el debate sobre la misma alcanzó a
Gran Bretaña, apareciendo una obra clave en el desarrollo de esta tendencia, el
libro sobre la "explicación en Geografía" (ExpIanation in Geography,
1969) de David Harvey.
A pesar de los largos años de discusión dedicados a resolver
la contradicción existente en el seno de la geografía cuantitativa, las
contradicciones permanecen y el debate sigue abierto aunque se desplaza
esencialmente a un terreno nuevo, el ideológico.
Es interesante observar que los que más sinceramente se
empeñaron en buscar alternativas dentro de la geografía cuantitativa y resolver
las contradicciones que ésta planteaba, como Bunge y Harvey, o en menor medida
Yves Lacoste, son hoy las figuras claves del movimiento que ha criticado más
fuertemente y reaccionado contra la misma geografía cuantitativa: la geografía
radical. Los tres puntos de referencia
más importantes en el desarrollo de la geografía radical son: a) La llamada
"Expedición Geográfica" de Detroit y el movimiento expedicionario, b)
la aparición de "Antipode" una revista radical para la geografía, y
c) la fundación de la Unión de Geógrafos Socialistas. A partir de estos hechos
podemos introducir la geografía radical haciendo un poco de historia que
podemos ampliar después con una discusión sobre algunos temas y figuras de
interés particular. Asimismo es
importante destacar la estrecha relación entre los procesos que han dado lugar
a varias revistas geográficas radicales como "Antipode" y a otras
revistas críticas en Europa (como "Herodote", "Zone" y
otras) y en América Latina, además de la base ideológica heredada de geógrafos
anarquistas del sigo XIX como Reclus o Kropotkin.
En general, y en resumen, podemos decir que la geografía
radical ha encabezado la búsqueda de una mayor solidez teórica y una concepción
generalizante dentro de la disciplina, se ha preocupado por problemas concretos
o teóricos y por encontrar métodos y una teoría capaz de analizarlos y aportar
soluciones prácticas a nivel local o nacional.
Personalmente creo que la geografía podría desarrollar sus
enormes potencialidades en la medida en que logre mantener su principio
unificador, desarrollar la relación de cooperación con otras disciplinas y ser
un puente entre los fenómenos humanos y los puramente físicos o espaciales; por
ejemplo las relaciones existentes entre la ciudad y el campo, la ciudad y el
desarrollo económico-social, los problemas ecológicos y la planificación etc...
podrían encontrar en la geografía un buen medio de análisis.
Para finalizar, cabe decir que, en última instancia, es poco
importante el que existan una o varias geografías, que tal o cual campo de
investigación sea geográfico o no. Lo que sí es realmente importante es que
existen graves problemas en todo el globo, y que hay que investigar hasta
llegar a sus raíces. Si es todo un sistema socio-económico neoliberal capitalista
el que está en la base de estos problemas, hay que estar dispuesto a
enfrentarse con él, denunciarlo y ofrecer y exigir alternativas.
Adaptación y resumen del artículo de Kirk Mattson
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