Un banquero de una
famosa caja de ahorros española estaba de visita en un pueblito de Sanabria,
cuando se cruzò con un agricultor que venìa de cosechar 10 hermosas lechugas y
una bolsa repleta de tomates. El banquero felicitò al agricultor por la calidad
de las hortalizas de la cosecha y le preguntó cuánto tiempo le había tomado
conseguirlos. El agricultor respondió que habìa tardado muy poco, y que ademàs
le resultaba placentero acudir al huerto. Luego, el banquero, le preguntó por
qué no permanecía más tiempo y cosechaba màs hortalizas. El agricultor dijo que
él tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su
familia.
-El banquero luego
preguntó: Pero ¿qué hace usted con el resto de su tiempo?
-El agricultor dijo: Después
de ir al huerto, descanso un poco, juego con mis hijos, hago siesta con mi
señora María, voy al pueblo por las noches donde tomo vino, echo la subasta y toco
la gaita y tambor con mis amigos. ¡¡Tengo una vida placentera y ocupada!!
-El banquero replicó:
"Soy Economista titulado por la Universidad de Salamanca y podría
ayudarte. Deberías gastar más tiempo en el huerto y con los ingresos comprar una
parcela màs grande, después con las ganancias podrías comprar màs tierras, y llegarìas
a ser un gran terrateniente. En vez de vender las hortalizas a un
intermediario, lo podrías hacer directamente a un procesador, y eventualmente
abrir tu propia procesadora. Podrías así mismo controlar la producción, el
procesamiento y la distribución; deberías salir de este pequeño pueblo e irte a
la capital, allí manejarías tu empresa en expansión".
-El agricultor
preguntó: –Pero, ¿cuánto tiempo tarda todo eso? A lo cual respondió el banquero:
–Entre 15 y 20 años.–¿Y luego qué? – replicó el agricultor. El banquero se rió
y dijo que esa era la mejor parte. Cuando llegue la hora deberías anunciar una
Oferta inicial de acciones y vender las acciones de tu empresa al público. Te volverás
rico, tendrás millones, ¡Millones!
-Y ¿luego qué?
–replicó el agricultor.
-Dijo el banquero:
luego te puedes retirar. Te mueves a un pueblito en la sierra de Sanabria donde
puedes dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus nietos, hacer siesta
con tu mujer, ir todas las noches a tomar vino, echar la subasta y tocar la
gaita y el tambor con tus amigos.
El agricultor
respondió: –¿Acaso eso no es lo que tengo ya?
MORALEJA: Cuántas
vidas desperdiciadas buscando lograr una felicidad que ya se tiene pero que
muchas veces no vemos. La verdadera felicidad consiste en amar lo que tenemos,
y no sentirnos mal por aquello que no tenemos.
¡No
es más rico el que màs tiene sino el que menos necesita!
Adaptación
de: Daniel Boyano Sotillo
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