Daniel Boyano Sotillo
Como siempre, comienzo incidiendo en que es necesario contextualizar el conflicto para entenderlo, pero más allá de centrarme en la propia historia del conflicto entre Palestina e Israel, que se puede encontrar en cualquier enciclopedia, pondré la atención en los sucesos geopolíticos del pasado siglo que nos llevan al enfrentamiento que pervive tras varias décadas.
El nacimiento del sionismo judío está unido política e ideológicamente a la eclosión de los nacionalismos europeos del siglo XIX, que tuvieron como pilar común la idea de «un pueblo, un Estado» y que está en el inicio del concepto de Estado-nación, idea por otro lado hoy en discusión. Paralelamente a ese desarrollo nacionalista, nació el nuevo imperialismo y aparecieron las nuevas doctrinas de la superioridad racial que condujeron a la creación de partidos, y más tarde, regímenes fascistas. En este ambiente excluyente progresó el antisemitismo, que en esencia considera a los judíos como pueblo sin patria. La reacción de la burguesía judía europea a esta hostilidad fue la búsqueda de un plan político, lo que nos lleva al nacimiento de las corrientes sionistas que manifestaban la necesidad de crear un Estado para los judíos europeos. Así, en 1897 nace la Organización Sionista Mundial (órgano político del Movimiento Sionista), fundada en Basilea, que afirmaba que los judíos eran primordialmente un grupo nacional y no un grupo religioso y que, como tal, tenía derecho a crear su propio Estado 1*.
Con la Primera Guerra Mundial y la caída del Imperio Otomano llega, por un lado el Tratado Sykes-Picot de 1916 que fue un acuerdo secreto entre Gran Bretaña y Francia para dividirse el Oriente Medio cuando concluyera la Primera Guerra Mundial; y por otro lado la Declaración Balfour propuso el establecimiento de un Estado judío en Palestina, para motivar a los judíos a que apoyaran el ingreso en la guerra. En 1916 los británicos tomaron Palestina, cuyo control mantendrían hasta 1948. Palestina estuvo relativamente en calma entre 1922 y 1928 y el movimiento nacionalista palestino se limitó a la reivindicación política. Durante esta década, los sionistas judíos comenzaron a fundar sus organizaciones armadas como Haganá, Palmaj, Irgún y Lehi que fueron el núcleo central del actual ejército de Israel. Las únicas estadísticas disponibles de Palestina de principios del siglo XX son las del Mandato británico que datan de diciembre de 1919 y hablan de una población aproximada de 704.000 habitantes, de ellos 574.000 palestinos musulmanes, 74.000 palestinos cristianos y 56.000 judíos.
La represión británica y la supremacía militar sionista condujeron a que los palestinos declararan la famosa Gran Huelga General que duró tres años, 1936-1939. La Gran Huelga General empezó como un acto de desobediencia civil por parte de las y los palestinos hacia la administración colonial británica y las colonias sionistas.
En esta misma década se acentúan los atentados sionistas judíos entre los que destacan: en Otoño de 1937 el asesinato en Nazareth del comisionado Andrews a manos de un grupo sionista. Cuando los británicos y los sionistas consiguieron controlar la situación, en marzo de 1939, entre 10.000 y 25.000 palestinos, 400 judíos y 200 británicos habían perdido la vida; y el ataque más famoso contra los británicos ocurrió el 22 de julio de 1946 mediante el atentado del Hotel Rey David en Jerusalén, sede de la Autoridad Militar del Mandato Británico en Palestina y de la División de Investigación Criminal de los británicos en el que murieron 92 personas y 45 resultaron heridas.
Con la Segunda Guerra Mundial se produce el holocausto nazi, lo que tuvo una gran repercusión en la situación de Palestina, más aun con la consternación que produjo en la comunidad internacional el nazismo, las potencias vencedoras deciden acelerar la fundación del Estado judío en Palestina. Poco después de que concluyera la Segunda Guerra Mundial, y viendo que la situación estaba descontrolada, los británicos anunciaron su deseo de finalizar su Mandato colonial en Palestina. En este contexto el 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 181 que recomendaba un plan de partición de Palestina. El plan de la ONU proponía dividir Palestina en dos Estados, uno judío y otro palestino árabe, con un área, que incluía Jerusalén y Belén, bajo control internacional. El rechazo de los palestinos y el Mundo Árabe a este plan que divide Palestina y entrega parte de ella a colonos judíos europeos sin consultarlos, tuvo como consecuencia la primera guerra árabe-israelí de 1948. No hay que olvidar que en 1947 que los colonos judíos poseían sólo un 6% de la tierra, pero el plan de partición otorgaba al Estado judío un 55% de la superficie total de Palestina.
Así se produce la Nakba que es un término árabe que significa "catástrofe" o "desastre", utilizado para designar al éxodo palestino. Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) son refugiados palestinos las "personas cuyo lugar de residencia habitual era el Mandato Británico de Palestina entre junio de 1946 y mayo de 1948 y que perdieron sus casas y medios de vida como consecuencia de la Guerra árabe-israelí de 1948". Estas personas desplazadas o refugiadas todavía conservan las llaves de sus casas, tal y como me mostraron cuando estuve con ellas.
El 15 de mayo de 1948 caducó el Mandato británico en Palestina, pero un día antes de la salida del alto comisario británico, el 14 de mayo, David Ben Gurión leyó la declaración del nacimiento del Estado de Israel, y abrió la puerta a la llegada masiva de colonos judíos de Europa a Palestina. 531 aldeas palestinas fueron arrasadas y reemplazadas por colonias israelíes, a la vez que su población fue asesinada o expulsada, para convertirse en refugiados repartidos por el mundo entero, estimándose un número de entre 750.000 y 1.000.000.
En el contexto del panarabismo, entre 1949-1954, EE.UU. organiza una política de pactos militares, como el de Bagdad en 1955, y de alianzas bilaterales con Israel, Arabia Saudita, Turquía e Irán, en defensa de los intereses occidentales, y más en concreto estadounidenses, con lo que la región del Próximo Oriente queda también sumida en la política internacional de la Guerra Fría.
Entre 1952 y 1969, el panarabismo y el nacionalismo progresista habían llegado al poder en Egipto, Iraq, Siria, Libia, Túnez, Argelia y Yemen. Sin embargo, la agenda política internacional, la Guerra Fría y la política de alianzas árabes con la OTAN o con la URSS, apartarían cada vez más la unidad árabe y la posibilidad de recuperar Palestina y devolverle al pueblo palestino su tierra y sus hogares.
Israel acabó con la tensión política lanzando un ataque militar por sorpresa, el 5 de junio de 1967, siendo un paseo militar para el ejército judío. El Sinaí egipcio, los territorios palestinos de la franja de Gaza, Cisjordania, la ciudad vieja de Jerusalén, y los Altos del Golán sirios cayeron en seis días en manos de Israel pasando su territorio ocupado de poco más de 20.000 a 102.400 kilómetros cuadrados.
Al mismo tiempo aparece en escena la Organización para Liberación de Palestina (OLP) que ha sido a lo largo de casi medio siglo uno de los principales actores políticos en Oriente Medio centralizando la dirección de diversos grupos palestinos que hasta ese momento operaban como movimientos clandestinos contra la ocupación israelí. Su origen hay que situarlo en 1964 dentro de la ideología panarabista que tuvo como impulsor al presidente Nasser. Hay que dejar claro que la OLP, no es una organización, sino una plataforma política de varias organizaciones palestinas
Los palestinos viven estos años bajo continua humillación por la nueva ocupación israelí y se revelan en 1987. A pesar de no tener armas tiran piedras a los tanques, crean barricadas para que los coches de colonos no puedan cruzar por los poblados palestinos y hacen todo tipo de huelgas. Así comienza la primera intifada, como lucha popular con la opinión internacional de parte de los palestinos ya que es simple autodefensa.
Toda la actividad política, armada, social y económica se coordinaba a través de las plataformas de la OLP con un sistema centralizado. Pero la constitución de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en 1994, tras la firma de los Acuerdos de Oslo entre la OLP e Israel, redujo su papel en el ámbito de la política nacional e internacional, limitándolo a las relaciones protocolarias y administrativas en el exterior.
Hoy en día, la OLP es miembro de la Internacional Socialista y tiene delegaciones en la mayoría de los países del mundo. Del mismo modo, la lucha de la OLP junto a la ANP es para construir un territorio palestino laico e independiente en los territorios ocupados en 1967. En otras palabras, los palestinos luchan hoy para edificar un país independiente sobre el 22-23% de la superficie de la Palestina histórica.
Isaac Rabin, al frente de la parte israelí, y Yaser Arafat se juntan en EEUU para firmar una supuesta paz. Comienzan dos años de acuerdos en Oslo (1993-1995) que dan lugar a los famosos Tratados de Oslo, firmados en 1995, y en los que la recién creada ANP ofrecía, en una primera fase, a poner orden en sus filas y eliminar el confrontamiento y los ataques contra Israel, y así lo hizo. Mientras que la parte israelí se comprometía a frenar la construcción de asentamientos y comenzar a evacuar los más recientes, y no lo hizo. En lugar de ello, después de cinco años los asentamientos y los colonos se habían multiplicado por dos.
Un día de octubre de 2000, el entonces primer ministro israelí Ariel Sharon decide que quiere visitar la explanada de las mezquitas con parlamentarios de su grupo y sus guardaespaldas armados. La explanada de las mezquitas es el tercer lugar más sagrado del Islam después de La Meca y Medina y también es el lugar donde los judíos dicen que estuvo el segundo templo. La acción de Sharon es vista como una grave provocación por los palestinos, que sumado al descontento por el tratado de Oslo y el incremento de colonos, se revelan de nuevo. La mecha prende en Jerusalén y se extiende rápidamente por toda Cisjordania y Gaza surgiendo así la segunda intifada.
Esta vez los palestinos no se ganan la simpatía de la comunidad internacional porque la ANP comienza a distribuir armas al pueblo. Es en este momento cuando el grupo de Hamás (financiado por EE.UU. en sus orígenes) aparece en escena.
En todo caso, Israel sigue siendo superior militarmente y se usa la segunda intifada como escusa para una nueva invasión de las ciudades palestinas, y bombardeos desde tierra y aire. Israel ocupa y niega los derechos a millones de palestinos en Gaza y la Cisjordania ocupando las tierras palestinas con colonos, generalmente ortodoxos y fundamentalistas que devastan tierras de cultivo, aldeas, formas de vida… (estas actividades de destrucción continúan a día de hoy como pude observar directamente) y mantiene 6.000 presos palestinos 2*.
En 2003 se firma la Hoja de Ruta, un plan para el proceso de paz. De nuevo la ANP se compromete a reducir los ataques a Israel y en este caso también las acciones armadas de Hamás a cero.
Por otro lado comienza la construcción del Muro del apartheid, de 810 kilómetros, lo que demuestra la evidencia palpable de que estamos en una estrategia de hechos consumados donde Israel sigue sin cumplir lo que firma en los acuerdos bilaterales. La construcción de la barrera fue aprobada por el gobierno israelí el 23 de junio de 2002 y consiste en un sistema de vallas y alambradas a lo largo de aproximadamente el 90% de su trazado, y en el 10% restante16 adopta la forma de un muro de hormigón prefabricado de hasta siete metros de altura, creado con módulos individuales dispuestos uno al lado del otro, e intercalados cada cierto intervalo con torretas para el control milita. De esta manera se divide el territorio palestino de Cisjordania y Jerusalén Este donde se cuentan 270 colonia judías, además hay cuarteles, carreteras que comunican las colonias y son de uso exclusivo para colonos judíos, hay hasta concesionarios de coches. Asimismo desde la construcción del muro muchas personas palestinas ya no podían llegar a su puesto de trabajo o incluso ver a sus familiares, a pesar de vivir solo a unos metros de distancia, pero ahora separados por un muro infranqueable. La Corte Internacional de Justicia declaró el 9 de Julio de 2004 que el muro construido por Israel es ilegal, y la sentencia tiene consecuencias internacionales.
Por su parte, Israel vuelve a comprometerse a frenar los asentamientos, pero una década después han aumentado de nuevo en un 50%. Israel sigue firmando acuerdos que no ejecuta.
Entre tanto Hamás gana las elecciones lo que supone una cierta división interna acelerada en Palestina. Y es que Hamás es una organización que se declara como yihadista, nacionalista e islámica. Desde su creación en 1987 hasta la actualidad, las distintas organizaciones que forman parte de Hamás se han convertido en objetivos prioritarios de las operaciones militares israelíes.
La lista de Hamás, se presentó a las elecciones generales palestinas de 2006 obteniendo la mayoría absoluta, lo que le otorgó la potestad de formar el gobierno que lideró Ismail Haniye, que generó una serie de sanciones por parte de algunos países occidentales que consideraban terrorista a Hamás. Desde entonces hasta la actualidad, Hamás gobierna la ANP de la Franja de Gaza, mientras su rival político Al Fatah mantiene el control de la ANP en Cisjordania.
La población en Gaza se encuentra desde ese momento sometida a un bloqueo por parte de Israel que impide la entrada de alimentos, medicinas, material de construcción, armas y otros productos en territorio gazatí.
También la Primavera Árabe afectó de forma intensa al conflicto palestino-israelí ensombreciendo su habitual protagonismo en la agenda de la diplomacia internacional beneficiando la estrategia dilatadora de Israel. Este cúmulo de sucesos, también conocido como revolución democrática árabe hace referencia a una serie de alzamientos populares en los países árabes acontecidos desde 2010 hasta la actualidad y su influencia, a medio-largo plazo, en el conflicto palestino-israelí dependerá del alcancen que adquieran los cambios políticos en la región. Calificados como revoluciones por la prensa internacional, la cadena de conflictos tuvieron el punto de partida en las protestas de octubre de 2010 en el Sahara Occidental, seguidas por la revolución tunecina y egipcia.
Otro hecho destacable fue la creación en 2012 de Palestina como Estado observador de Naciones Unidas, aunque no miembro. El reconocimiento del “Estado de Palestina” por Naciones Unidas puede ser una señal de “por dónde sopla el viento”, como comentó el embajador británico en Tel Aviv: un reflejo del significativo deterioro del apoyo de la opinión pública al régimen israelí de ocupación y denegación de los derechos palestinos. Pero esto no se debería considerar de una manera simplista ya que si fuera el primer paso hacia el reconocimiento del derecho irrefutable del pueblo palestino a la autodeterminación, entonces sería una contribución positiva al establecimiento de una paz justa y duradera conforme al derecho internacional.
Asimismo no hay que olvidar que en este año 2014 el gobierno israelí duplicó sus políticas de expansión sobre Palestina mediante la inclusión de más colonos en territorio palestino. Al plan de anexión se suma la represión permanente a la que es sometida la población de Cisjordania y Gaza, las dos regiones que todavía no pudieron ser saqueadas por Israel. La expansión de Israel a través de asentamientos colonos acarrea despliegues militares que aseguren que los colonos judíos ingresen protegidos a tierra palestina. Los hechos represivos contra los pobladores de Palestina para expulsarlos de sus territorios son parte fundamental de los planes israelíes. Además continúan las detenciones administrativas en la que Israel puede secuestrar de forma ilimitada a cualquier palestino, sin cargo ni acusación ni asistencia jurídica. Hay 540 palestinos en esas condiciones, algunos durante más de diez años, entre ellos, un tercio de los diputados del Consejo Legislativo Palestino.
Por lo tanto la razón esencial por la cual el proceso de paz no avanza no es Hamás, como ha querido ser presentado tanto por Israelitas, como por algunos miembros de organizaciones internacionales: es la ocupación y la negación de derechos a los palestinos desde hace 60 años la verdadera razón. Así el conflicto entre Israel y Palestina no es un conflicto entre dos partes iguales. Israel es una potencia militar superpoblada, superurbanizada y superindustrializada, que además recibe sofisticado armamento de última tecnología de la principal potencia imperialista del mundo, EE.UU., y adicionalmente de otras potencias subsidiarias de ésta, como algunos países de la Unión Europea. Por otra parte, Palestina, es una población que, a pesar de ser la original del territorio, durante décadas ha sido gradualmente desplazada y atomizada hasta ocupar una porción residual y marginal del ancestral territorio de Palestina. Esto ha permitido al Estado de Israel construirse como Estado artificial militarizado y superpoblado en la zona, una de las zonas más estratégicas para el comercio del mundo y ricas en petróleo.
De este modo Israel sigue firmando acuerdos y tratados que no ejecuta mientras el conflicto continua, situación favorable a los intereses del sector más conservador del sionismo (élites dominantes de Israel) que opta por la mano dura como única solución mientras la comunidad internacional mira hacia otro lado, o como mucho, facilitan acuerdos, cumbres o tratados, que como hemos visto Israel no cumple. Son necesarios análisis continuos del conflicto, tanto de sus causas como de sus actores, para comprenderlo y ofrecer, de este modo, soluciones viables.
Para finalizar no puedo dejar de recordar que Israel es un Estado reciente que ha violado 252 resoluciones de la ONU sin que se le haya impuesto ninguna sanción.
1* Hoy en día el Estado Israelí realiza un apartheid religioso en el que el judaísmo debe ser la religión principal. El concepto de la Babel israelí y su idea de crear un Estado mediante el vínculo de la fe, que es otra de las respuestas para comprender el conflicto con los palestinos, provoca graves problemas de identidad, entre los intereses de los colonos en los asentamientos y el resto de la sociedad israelí
2*El 25% de la población palestina ha sido víctima de la tortura en Israel.
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