Permacultura, ecoloxía, movimientos sociales, contrainformación, dreitos del home, cultura y muito más visto desde un pequeiñu güertu de Senabria sobre os llizaces del mundu rural, indixenista, llibertariu y ancestral
Permacultura, ecologìa, movimientos sociales, contrainformaciòn, derechos humanos, cultura y mucho màs visto desde un pequeño huerto de Sanabria sobre las bases del mundo rural, indigenista, libertario y ancestral

Las lenguas de Sanabria ¿se van o vuelven?

D.B.S. Colectivo El Huerto del Pozo
17 de noviembre de 2014
Puebla de Sanabria

La vida solo puede ser comprendida hacia atrás, pero ha de ser vivida hacia adelante


Lejos queda el tiempo en el que en Sanabria se hablaba de manera formal y cotidiana más de cuatro lenguas, dialectos o idiomas: Sanabrés, centro de la comarca; Gallego en el oeste, Alta Sanabria; dialecto de Santa Cruz; y Leonés en el Centro Occidental. Esto se dio gracias al aislamiento provocado por el macizo de la Sierra de Segundera y a la Sierra de la Cabrera que conforman un arco orográfico importantísimo en el extremo noroeste de la provincia de Zamora, con cumbres que llegan a superar los 2.000 metros de altitud y dificultaban la comunicación y contacto cultural de Sanabria con el exterior.
Este legado cultural estaba presente en su máxima expresión durante los Concejos Abiertos o Asambleas Populares donde todas y todos los vecinos hablaban en público, respetando su turno de palabra y sin miedo a confundirse. Todo lo contrario a lo que ocurre hoy en día donde solo se habla el idioma castellano, introducido del exterior a la fuerza, es decir de Castilla, durante el último siglo y medio. Para ello se usaron técnicas diversas como el castigo por hablar tu lengua local en público, usual durante las dictaduras de Primo de Ribera y Franco, y otras técnicas más sutiles, y usadas hasta el día de hoy, como la radio o televisión, o la ridiculización de la cultura popular que hacía avergonzarse a la población sanabresa y sentirse inferiores a los castellano parlantes asociando a estos al "progreso" o "desarrollo" y a la "ciudad". Este empobrecimiento lingüístico se acentuó en las últimas décadas, e incluso se han introducido expresiones castellanas como "rollo" o "ese" "este" como comodines en nuestras expresiones, reduciéndose así el número de palabras usadas. También es importante destacar las dificultades de la población para hablar en público en la actualidad, es más, se llega rápidamente a la interrupción y a intentar hablar más alto que la persona que intenta pronunciarse, algo impensable en las asambleas populares sanabresas del Concejo Abierto histórico.
Los Concejos Abiertos son verdaderos ejemplos de democracia real participativa, es decir, son escuelas políticas de base auto gestionadas por la vecindad donde la mujer, al igual que el resto de personas del pueblo, tenía derecho a voto (varios siglos antes de que el Estado Español, y otros estados  permitieran que la mujer votase). Esto exigía a todas las personas que asistían a la asamblea o concejo abierto a opinar continuamente ante sus iguales, desmintiendo de esta manera la falsa hipótesis de que la gente de los pueblos no se sabía expresar en público correctamente. Claro que lo hacían, y mejor que en la actualidad donde no estamos acostumbrados a debates abiertos ni a hablar en igualdad de condiciones, faltando al respeto continuamente.
De este modo, nuestras y nuestros antepasados durante siglos han asistido a asambleas gubernativas, han hablado en ellas y han decidido sobre sus vidas, tomándose las decisiones más importantes sobre sus bienes vitales (montes, agua, caminos…) oyendo la voz de toda la vecindad sin excepción, lo que garantizaba una buena salud de la lengua local y de la capacidad de oratoria del individuo.
Otros dos factores muy importantes del mundo tradicional que nos llevaron a esta riqueza lingüística eran la fiesta y los cantares cotidianos. La fiesta popular de la ruralidad sanabresa era la exhibición ante todas las personas vecinas de sus habilidades, colectivas e individuales. Cada sujeto mostraba en la fiesta al resto las canciones que había compuesto utilizando el lenguaje propio de su pueblo, y toda la vecindad lo replicaba cantando en sus tareas cotidianas como los seranos (1) o el trabajo  en el campo (2), fortaleciéndose de este modo el vocabulario local.
Hay que tener en cuenta que los signos culturales son generados por códigos culturales, reglas que unen la expresión y el contenido. Los códigos culturales también se clasifican según los signos y lenguajes que producen: código cultural ecológico, código social-intersubjetivo y código tradicional.
Los lenguajes están formados por signos culturales. Un signo cultural es una función semiótica, un encuentro convencional de un elemento del plano de la expresión, o aspecto sensible y perceptible, con un elemento del plano del contenido, o significado en esa determinada cultura.
El código cultural ecológico genera signos culturales mediante reglas de aprovechamiento y adaptación del ser humano al medio en el que vive, en el cual debe vivir en armonía y equilibrio porque del mismo medio natural depende para vivir. El código cultural social genera signos culturales mediante reglas de identidad y propiedad, cooperación y cohesión, por las que los miembros de un grupo humano manifiestan unas características determinadas y se relacionan de un modo determinado. Por último, el código cultural tradicional genera signos culturales por medio de reglas de comprensión (científico-técnica, moral, artística, mítica, mágica, religiosa) de la realidad, seguridad y fidelidad, por las que el grupo humano acumula en su memoria los conocimientos, las fiestas, las creencias, los valores, las ideas, etc. que se transmiten de generación en generación, a los que son fieles, porque les dan la seguridad de perpetuar su cultura.
El conjunto de signos culturales generado por cada código cultural forma el lenguaje cultural, que puede ser ecológico, social o tradicional, según los signos que lo compongan. A su vez, el conjunto de los tres lenguajes culturales es la cultura, entendida ésta como lenguaje total, expresión genuina de la forma de ser, pensar, actuar y vivir de un grupo humano (3).
En la actualidad, la sociedad mediática no permite la libertad de conciencia. Estamos sometidos a un chorro de “información” que no hemos pedido. Asimismo, la globalización impone la homogeneización cultural e impide el desarrollo del individuo en su comunidad grupal a través de la comunicación cara a cara. Y, además, los cambios son tan rápidos que nos impiden la reflexión serena sobre sus consecuencias. Por lo tanto no es una tarea sencilla la pervivencia y recuperación de nuestras lenguas y dialectos, sobre todo debido al bajo nivel de conciencia lingüística existente así como a la diglosia generalizada que se observa entre los hablantes. La fragmentación dialectal, los tan diversos grados de pervivencia lingüística que se pueden observar en los distintos territorios, así como las actuaciones de la Administraciones públicas fomentando la penetración del castellano en las zonas donde aún pervive, nos colocan en una situación que sólo podremos salvar con la decidida participación de los y las sanabresas que aman su cultura ya que nuestros dialectos de una forma o de otra han perdurado hasta nuestros días y todavía se les puede poner en uso mediante su puesta en valor.


* El tema de los anglicismos, al ser un problema más general, lo dejamos para otro artículo.
(1)- Reunión, principalmente de mujeres, que se hacía después de la cena hasta la media noche. En este espacio las mujeres tejían, hablaban y cantaban.
(2) - Hoy en día se trabaja llorando, dado lo insufrible que es el empleo asalariado, sin libertad y maquinizado, que ha de realizar el neo esclavo de la modernidad, pero en la Sanabria tradicional se trabajaba cantando, haciéndose más amena la tarea.

(3) - El Habla de Sanabria. Xavier Frías-Conde. CES Don Bosco (UCM).ISR ROMANIA MINOR

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