El arquitecto y miembro de la asociación Passivhaus, Luis Fernández Gutiérrez, ahondó en los principios de casa pasiva y la eficiencia energética dentro del marco normativo europeo. Lo hizo en la ponencia inaugural de la exposición del II concurso iberoamericano organizado por la plataforma Passivhaus.
El experto explicó el punto de partida de la construcción de viviendas para profundizar en las propuestas de la plataforma integrada por profesionales que abogan por emplear criterios eficientes y reducir el consumo energético. La muestra de las diferentes propuestas arquitectónicas podrá visitarse en la sala de exposiciones del Castillo de Puebla hasta el 12 de noviembre.
Las construcciones actualmente consumen un 40% de la energía y emiten un 36% de C02, y el objetivo es construir edificio de energía casi nula, concepto no muy claro y objeto de debate entre los expertos. En la actualidad muy pocas construcción han obtenido la certificación energética, en Castilla y León hay una, pero Luis Fernández aspira que en Sanabria se construya la primera a partir del próximo año en Triufé, que sirva como modelo. Sí hay clientes interesados en este tipo de viviendas pero "no se creen que este modelo funcione", por eso la plataforma Passivhaus -corriente constructiva extendida en los años 90- realiza este tipo de exposiciones y jornadas de puertas abiertas para ver estas viviendas eficientes. Los ahorros energéticos son importantes y se cifran entre el 60 y 70%, con un coste adicional sobre una vivienda estándar de entre un 5 y un 10%.
Hay dos maneras de obtener una casa eficiente, mediante el uso de tecnologías como solar o geotérmica, o bien de forma pasiva de acuerdo a los criterios de la plataforma Passivhaus, aplicables a todo tipo de arquitectura, incluida la tradicional.
La casa se concibe como un todo donde se puede utilizar todo tipo de material, desde la piedra, el barro, la madera hasta la paja que es un buen aislante. Estas técnicas de construcción inciden en cinco parámetros que son el aislamiento, ventanas, ventilación, estanqueidad y la inercia térmica.
De la arquitectura sanabresa precisa que se aprovechaba la inercia térmica de la piedra pero no se utilizaban aislantes y el establo en la planta baja como sistema de calor pasivo. Se utilizaban galerías y el calor de la lumbre de la cocina como fuente de calor para las estancias que se disponían alrededor del hogar. El mortero que se aplicaba -retirado ahora para dejar la piedra vista- se utilizaba para evitar infiltraciones. El espesor de los muros no permitía abrir grandes ventanas de ahí que hubiera huecos pequeños, aunque en una casa pasiva se pueden hacer grandes ventanales siempre que los materiales y la instalación sean correctas.
Para el aforo fue significativo las termografías de varios edificios donde se apreciaba la "fuga" de calor del interior de los edificios hacia el exterior, por forjados, puertas y ventanas.
Fuente: La Opinión de Zamora
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Triufé contará con la primera casa autosuficiente energéticamente de Sanabria
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