Daniel Boyano Sotillo
Ponte de Lima, 2 de mayo
de 2014
El papel de las mujeres en el
Concejo Abierto histórico, y no en el que tenemos hoy en día en algunos pueblos
y aldeas, no ha sido muy investigando pero si se saben algunas características
relevantes en los que las mujeres destacaba por su rol protagonista dentro y fuera
del núcleo familiar. Por un lado, se sabe que el trabajo de los cuidados, en su
mayor parte realizados por mujeres, estaba muy valorado socialmente, ya que era
fundamental para el mantenimiento de la comunidad. Por otro lado, la mujer
podía ir como representante de la casa al Concejo Abierto, pudiendo de esta
manera ejercer su derecho al voto, varios siglos antes que cualquier Estado
moderno se lo permitiera. También hay que resaltar que en sociedades
hortícolas y autosuficientes, como era el mundo concejil, donde se
complementaba la dieta con recursos silvestres como la recolección de frutos y
tubérculos y la caza de pequeños animales; el papel y la contribución de la
mujer en el mantenimiento alimenticio del hogar es muy superior a la actual,
incluso mayor a la de sus varones contemporáneos. Incluso han encontrado restos arqueológicos de mujeres con armas de caza mayor por lo que es posible que también cazaran grandes presas las mujeres. Es importante mencionar que los pueblos originarios del Noroeste Ibérico, como los Galaicos o los Astures, existía el matriarcado, y se manifestaba con diferentes costumbres como la covada, que consistía en que la mujer daba a luz y seguía con sus labores diarias, mientras que el hombre se quedaba en cama al cuidado del recién nacido.
Sociólogos y sociólogas de
la escuela funcionalista formularon hace algunos años una explicación del impacto
de la tecnología industrial sobre la familia rural moderna que alcanzó una
aceptación casi universal. Se basaban en que antes de la industrialización, la
familia era la unidad básica social. Las familias rurales, numerosas y
autosuficientes, producían y elaboraban casi todo lo necesario para su sustento
y para intercambio,, a la vez que cumplían toda una serie de funciones que
abarcaban desde la protección mutua hasta el entretenimiento. En esas familias
rurales preindustriales y precapitalistas, las mujeres tendían una gran
cantidad de tareas altamente valoradas socialmente e indispensables para la
sostenibilidad de la vida.
Con la industrialización y
capitalización del trabajo, las tareas del mantenimiento de la vida, al no ser
remuneradas, quedaron invisibilizadas, y el papel de las mujeres quedó relegado a
un segundo plano, al contrario que el de los hombres que se realzó al obtener ingresos monetarios por el mismo.
Se puede afirmar por tanto
que en los pueblos y aldeas gestionados mediante Concejo Abierto, la igualdad
no solo se daba entre las familias, si no que también dentro de los hogares. A
pesar de ello se debe seguir indagando en el tema, y como siempre, nos
deberíamos quedar con aquellos aspectos tradicionales que nos llevaran hacia la
igualdad de género.
Guardo entre mis recuerdos mas queridos, saber de la participación de las mujeres de nuestra tierra (Sanabria) y muy especialmente a las de mi pueblico Triufé, en el trabajo de la tierra y todas sus labores, en el cuidado de la familia y de todas sus necesidades, incluida la confección de la ropa que se obtenía de materias primas como el lino o la lana. Pero de lo que mas orgullosa estoy es de la participación de ellas en la construcción de nuestra escuela y nuestras carreteras, machacando rebollos. Ellas se ponían los pololos de los varones para subirse a las escaleras para subir las piedras a los andamios,así guardaban su intimidad y se sentían seguras y capaces. Ellas demostraron su valía con creces.
ResponderEliminarAunque no haya fotos que den fe de ello, yo se cuan valiosas y valientes fueron y cuanto le debemos.
Es curioso que hayamos retrocedido tanto en el papel de la mujer en la Sociedad, aunque en la Familia siga teniendo un gran peso, protagonismo, y una gra responsabilidad.
ResponderEliminar